El reglamento (UE) 2016/679 (RGPD) está vigente en toda su extensión desde el 25 de mayo de 2018, e incorpora cambios importantes en las obligaciones y responsabilidades de las entidades que gestionan datos de particulares, en particular los datos especialmente protegidos.
Asimismo, deberá atenderse a lo dispuesto en la LOPD 3/2018 de 5 de diciembre.
El RGPD asigna a las entidades responsables del tratamiento una serie de obligaciones para garantizar la aplicación de medidas técnicas y organizativas apropiadas a fin de garantizar y poder demostrar que el tratamiento es conforme con Reglamento (art. 24). No cumplir con las obligaciones puede suponer un handicap comercial, así como responsabilidades y pérdidas de reputación.
Apolo Ingeniería puede ayudarle a cumplir con las obligaciones que derivan del RGPD por medio de un plan integral del tratamiento desde su concepción, asi como la implantación de métodos y procedimientos que lleven a cabo las mejores prácticas organizativas y técnicas.
También pueden desarrollar planes de choque para adaptarse a los requerimientos claves del RGPD, así como planes de mantenimiento que asegure su seguimiento en el futuro y que prevenga acciones u omisiones que puedan traducirse en incumplimientos de las obligaciones.
El valor creciente de datos y aplicaciones ha atraido a ciberdelicuentes como se ha podido comprobar en fechas recientes con escala global, con perjuicios de eficiencia, económicos e, incluso, legales.
Apolo Ingeniería puede resolver las necesidades de ciberseguridad desarrollando un proyecto adaptado a las necesidades de cada empresa.
No existen soluciones estándares para garantizar la seguridad de la empresa, ya que la intrusión a la misma dependerá de los activos, y la relevancia de los mismos, así como de la infraestructura existente.
Una vez los sistemas han sido atacados, los problemas pueden producirse por varios caminos:
Los problemas planteados pueden suponer una grave repercusión económica, posibles problemas legales y una gran pérdida de imagen en la clientela. En el caso de robo de datos la situación puede suponer graves repercusiones monetarias e, incluso, penales para la dirección y consejo de administración de la empresa en función de la relevancia de los datos robados.